What to do (Spanish version)

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Author: Paul Graham
Original: https://www.paulgraham.com/do.html

¿Qué debería hacer uno? Esta podría parecer ser una pregunta extraña, pero no sin significado o sin respuesta. Es la clase de pregunta que los niños hacen antes de aprender a no hacer grandes preguntas. Yo mismo, solo me hice esta pregunta en el proceso de investigar algo más. Pero, una vez que me la hice, pensé que al menos debería intentar responderla.

¿Entonces qué debería hacer uno? Uno debería ayudar a la gente, y cuidar del mundo. Esas dos son obvias. Pero, ¿hay algo más? Cuando hago esa pregunta, la respuesta que me viene a la mente es Crear cosas nuevas y buenas.

No puedo probar que uno debería hacer esto, tanto como no puedo probar que uno debería ayudar a la gente o cuidar del mundo. Estamos hablando aquí de primeros principios. Pero, puedo explicar porque este principio tiene sentido. La cosa más impresionante que los humanos pueden hacer es pensar. Podría ser la cosa más impresionante que puede hacerse. Y la mejor forma de pensar, o más precisamente la mejor prueba de que uno ha pensado bien, es crear cosas nuevas y buenas.

Yo me refiero a cosas nuevas en el sentido general. La física de Newton fue una cosa nueva y buena. En efecto, la primera versión de este principio era tener ideas nuevas y buenas. Pero, eso no parecía lo suficientemente general: no incluía hacer arte o música, por ejemplo, salvo en la medida que expresan nuevas ideas. Y aunque pueden expresar nuevas ideas, no es lo único que expresan, a menos que estires el significado de la palabra “idea” de forma tan inútilmente amplia que incluya todo lo que ocurre en tu sistema nervioso.

Aún así, incluso para las ideas que uno conscientemente tiene, prefiero la frase “Crea cosas nuevas y buenas”. Hay otras maneras de describir la mejor forma de pensar. Haciendo descubrimientos, por ejemplo, o entendiendo algo más profundamente que otros. Pero, ¿qué tan bien entiendes algo si no puedes crear un modelo de eso, o escribir sobre ello? En efecto, tratar de expresar lo que comprendes no es solo una manera de demostrar lo que entiendes, sino también una manera de entenderlo mejor.

Otra razón por la que me gusta esta frase es porque nos persuade hacia la creación. Nos hace preferir la clase de ideas que son naturalmente vistas como crear cosas, en lugar de, por ejemplo, hacer observaciones críticas de cosas que otras personas han creado. Esas son ideas también, y algunas veces valiosas, pero es fácil engañarse y creer que son más valiosas de lo que son. El criticismo parece algo sofisticado, y hacer cosas nuevas suele parecer torpe, especialmente al principio, y aún así esos primeros pasos son precisamente los más raros y valiosos.

¿Es esencial que sea nuevo? Yo pienso que sí. Obviamente es esencial en la ciencia. Si copiaras el paper de alguien más y lo publicaras como si fuera tuyo, no solo sería mediocre sino deshonesto. Y es similar en las artes. Una copia de una buena pintura puede ser agradable, pero no es impresionante de la manera que el original lo fue. Lo que a su vez implica que no es impresionante hacer la misma cosa una y otra vez, sin importar que tan bien se haga; solo estás copiándote a ti mismo.

Cabe señalar, sin embargo, que estamos hablando de un tipo distinto de "debería". Cuidar de las personas y del mundo son "deberías" en el sentido de que son una obligación, pero, crear cosas nuevas y buenas es un "debería" en el sentido de que así es como uno puede vivir de acuerdo con su máximo potencial. A lo largo de la historia, la mayoría de las reglas sobre cómo vivir han sido una mezcla de ambos tipos de "debería", aunque normalmente más del primero que del segundo. [1]

Durante la mayor parte de la historia, la pregunta “¿Qué debería hacer uno?” recibía prácticamente la misma respuesta en todas partes, ya fuera que le preguntaras a Cicerón o a Confucio. Tu deberías ser sabio, valiente, honesto, moderado y justo, mantener la tradición y servir al interés del público. Hubo un largo periodo en el que, en algunas partes del mundo, la respuesta se convirtió en “Servir a Dios”, pero en la práctica seguía siendo considerado bueno ser sabio, valiente, honesto, moderado y justo, mantener la tradición y servir al interés del público. Y en efecto, esta fórmula habría parecido correcta para la mayoría de los victorianos. Pero no hay en ella nada sobre cuidar del mundo ni crear cosas nuevas, y eso es algo inquietante, porque da la impresión de que esta debería ser una pregunta atemporal. La respuesta no debería cambiar mucho.

No me preocupa demasiado que las respuestas tradicionales no mencionen cuidar del mundo. Obviamente, la gente solo empezó a preocuparse por eso una vez que quedó claro que podíamos arruinarlo. Pero ¿cómo puede ser importante crear cosas nuevas y buenas si las respuestas tradicionales no lo mencionan?

Las respuestas tradicionales fueron respuestas a una pregunta ligeramente diferente. Eran respuestas a la pregunta de “cómo ser”, en lugar de “qué hacer”. El público no tenía muchas opciones sobre qué hacer. El público hasta hace pocos siglos era la clase terrateniente, que también era la clase política. Ellos no estaban eligiendo entre hacer física o escribir novelas. Su trabajo estaba predestinado: administrar sus propiedades, participar en política, luchar cuando fuera necesario. Estaba bien hacer otros ciertos tipos de trabajo en el tiempo libre de cada uno, pero idealmente uno no debía tener tiempo libre. El De Officiis de Cicerón es una de las grandes respuestas clásicas a la pregunta de cómo vivir, y en él dice explícitamente que ni siquiera lo estaría escribiendo si no hubiera sido excluido de la vida pública debido a recientes revueltas políticos. [2]

Habían por supuesto personas haciendo lo que ahora llamaríamos “trabajo original”, y eran frecuentemente admiradas por ello, pero no eran vistos como modelos a seguir. Arquímedes sabía que él era el primero en demostrar que una esfera tiene 2/3 del volumen del cilindro mínimo que lo contiene y estaba muy satisfecho sobre eso. Pero, tú no encuentras a escritores antiguos instando a sus lectores a emularlo. Lo consideraban más un prodigio que como un modelo a seguir.

Ahora muchos más de nosotros podemos seguir el ejemplo de Arquímedes y dedicar la mayor parte de nuestra atención a un solo tipo de trabajo. Al final él se convirtió en un modelo después de todo, junto con un grupo de personas que sus contemporáneos habrían considerado extraño de tratar como un grupo distinto, porque la vena de personas que crean nuevas cosas corría en ángulo recto a la jerarquía social.

¿Qué tipo de cosas nuevas cuentan? Prefiero dejar esa pregunta a quienes las crean. Sería una tarea arriesgada tratar de definir cualquier tipo de umbral, porque los nuevos tipos de trabajo son usualmente despreciados al comienzo. Raymond Chandler escribía literalmente Pulp Fiction, y ahora es considerado como uno de los mejores escritores del siglo veinte. En efecto este patrón es tan común que puedes usarlo como una receta: si estás emocionado por un algún tipo de trabajo que no es considerado prestigioso y puedes explicar lo que el resto está pasando por alto, entonces no es simplemente un trabajo que está bien hacerse, sino uno que debería buscarse hacer.

Otra razón por la que no querría definir ningún umbral es que no los necesitamos. La clase de personas que hacen cosas nuevas y buenas no necesitan reglas que las mantengan honestas.

Así que esa es mi conjetura sobre un conjunto de principios para vivir: cuida de las personas y del mundo, y crea cosas nuevas y buenas. Distintas personas harán estas cosas en grados diferentes. Habrá probablemente muchos quienes se enfoquen completamente en cuidar de las personas. Habrá unas pocas que se concentren sobre todo en crear cosas nuevas. Pero incluso si eres una de esas, deberías al menos estar seguro de que las cosas nuevas que creas no hagan un daño neto a las personas ni al mundo. Y si das un paso más y tratas de construir cosas que les ayuden, puede que descubras que saliste ganando en el trueque. Estarás más limitado en lo que puedes construir, pero lo construirás con más energía.

Por otro lado, si creas algo asombroso, usualmente estarás ayudando a la gente o el mundo incluso si no fue tu intención. Newton estaba motivado por la curiosidad y la ambición, no por los efectos prácticos que su trabajo tuviera, y aún así el efecto práctico de su trabajo ha sido enorme. Y esta parece ser la regla más que la excepción. Así que si piensas que puedes hacer algo asombroso, probablemente solo deberías seguir adelante y hacerlo.



Notas

[1] Podríamos tratar todos los tres “debería” como el mismo tipo de “deber” diciendo que uno tiene la obligación de vivir bien – por ejemplo diciendo, como algunos cristianos han hecho, que uno tiene la obligación de aprovechar al máximo los dones que Dios le ha dado. Pero, esto parece uno de esos razonamientos rebuscados que la gente inventó para evadir los severos requerimientos de la religión: tú podías pasar tiempo estudiando matemáticas, en lugar de rezar o hacer actos de caridad, porque de lo contrarío estarías rechazando un regalo que dios te ha dado. Sin duda un útil razonamiento rebuscado, pero no lo necesitamos.

También podríamos combinar los dos primeros principios, ya que las personas son parte del mundo. ¿Por qué nuestra especie debería recibir un trato especial? No intentaré justificar esta elección, pero soy escéptico de que alguien que afirma pensar diferente realmente viva según sus principios.

[2] Confucio también fue excluido de la vida pública después de terminar en el lado perdedor de una lucha de poder, y probablemente él tampoco sería tan famoso ahora si no hubiese sido por este largo período de ocio forzado.



Gracias a Trevor Blackwell, Jessica Livingston, y Robert Morris por leer los borradores de esto.